En los motores endotérmicos, la energía térmica se produce mediante la combustión del carburante, que se quema dentro de los cilindros del motor. La combustión permite convertir la energía química que contiene el carburante en trabajo mecánico disponible para el eje del motor.
La tarea principal del sistema de refrigeración consiste en disipar el calor producido por la combustión del carburante a fin de mantener la temperatura de todos los componentes del motor por debajo de los límites de resistencia.
El sistema de refrigeración más eficaz, que se utiliza en los vehículos se basa en el uso de un líquido compuesto por agua y etilenglicol, que fluye en el interior de un circuito de tubos impulsado por una bomba centrífuga. Cuando este líquido alcanza la temperatura ideal, una válvula termostática permite que pase a través del radiador, donde alcanza bajas temperaturas. De esta manera, el líquido puede reanudar el ciclo dentro del bloque motor, llevando a cabo su función de evitar el sobrecalentamiento y mantener constante la temperatura de régimen.
Los interruptores térmicos y los transmisores montados en el radiador o en los conductos del circuito de refrigeración permiten regular la temperatura del líquido refrigerante.
Estos dispositivos realizan distintas funciones:
- Miden la temperatura del líquido refrigerante
- Controlan los indicadores de nivel de aguja
- Controlan los indicadores piloto
- Activan el ventilador de refrigeración del radiador
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