El sistema de gestión electrónica del motor se ha convertido en un elemento fundamental en los automóviles modernos para garantizar la prevención de averías que pueden comprometer, incluso seriamente, la seguridad del conductor. Una supervisión eficiente de los parámetros de funcionamiento permite mantener un alto rendimiento, reducir el consumo de combustible y las emisiones al medio ambiente y prolongar la vida útil de los componentes.
Los vehículos de última generación están equipados con un sistema de sensores, colocados en los puntos críticos del vehículo, que se comunican con la unidad de control del motor, transmitiendo información y las señales de alarma.
Facet fabrica una gama de más de 1300 sensores, que desempeñan diferentes funciones de medición o control:
- Presión del aceite del motor (transmisores de la presión del aceite),
- Temperatura del líquido refrigerante (transmisores de temperatura del agua),
- Número de revoluciones y de fase del motor (sensores de revoluciones y fase),
- Vibraciones del bloque del motor causadas por detonaciones (sensores de detonación),
- Temperatura, masa y presión del flujo del aire desde el colector de admisión (sensores de temperatura del aire, sensores MAF y MAP),
- Posición de la válvula de mariposa (sensores de posición de la válvula de mariposa),
- Presencia de combustible no quemado en los gases de escape (sondas lambda),
- Velocidad de rotación de las ruedas (sensores WSS, sensores WSS)